VOL III-18 No 50 /Nov-Dic de 1999

Publicación quincenal editada por la Federación Cubana de Ajedrez y el Instituto Latinoamericano de Ajedrez (ISLA).

Diseño Electrónico CENIAInternet.

CONFERENCIAS AJEDUNI
LA REDACCIÓN DE ARTÍCULOS TÉCNICOS DE AJEDREZ
Sugerencias a partir de una experiencia personal

Lic. Francisco Acosta Ruiz

Sumario

1. Introducción

2. Los artículos técnicos de ajedrez. Propuesta de estructura general.

3. El artículo paso a paso. Metodología de trabajo basada en una experiencia personal.

4. Conclusiones

1.Introducción

Ante todo es conveniente aclarar que este trabajo, presentado inicialmente como Reunión Metodológica a los especialistas del ISLA, y como conferencia en el marco de AJEDUNI’99, fue previsto algunos meses atrás con el propósito específico de transmitir algunas recomendaciones sobre el trabajo periodístico en el ajedrez, a partir de experiencias personales del autor que pudieran resultar útiles a todos los técnicos que laboran o están vinculados al trabajo del ISLA, aplicables, en primer lugar, a los trabajos que realicen para su revista electrónica, pero que perfectamente pueden resultar de utilidad a toda persona interesada en iniciarse en la redacción de trabajos técnicos en esta materia.

Esto no significa que se pretenda con ello obligar a seguir pautas de ningún tipo, ni mucho menos cambiar el estilo de trabajo de cada cual, más bien todo lo contrario: descubrir algunos "secretos profesionales", asociados al estilo de trabajo del autor, dando por sentado que muchos articulistas potenciales encontrarán en estas recomendaciones algunas ideas perfectamente aprovechables, y esperamos que lo sean también hasta para colegas del quehacer técnico-investigativo, dentro del campo del periodístico ajedrecístico.

Si bien el tema es en gran medida universal, es necesario destacar que este texto ha sido elaborado a partir de notas preparadas para una conferencia que fue presentada ante un público sumamente interesado en el tema, lo que generó un interesante intercambio de ideas que obviamente no es posible transcribir a esta versión impresa.

En esencia, los objetivos centrales de ese intercambio tuvieron como principal propósito la ayuda a personas de menos experiencia, y propiciar la vía para que cada cual se encuentre profesionalmente dentro del periodismo técnico de ajedrez, es decir, aquel que concretamente va dirigido a la redacción de artículos que abordan temas tales como: investigaciones teóricas, estrategia ajedrecística, investigaciones históricas y otros de naturaleza similar, y no al típico reportaje de torneo, que se acerca mucho más al periodismo informativo, que normalmente va dirigido a un público más abierto, que toma al ajedrez como entretenimiento y no como profesión.

2. Los artículos técnicos de ajedrez. Propuesta de estructura general.

Como quiera que en la literatura técnica de ajedrez de nuestros días existe una difundida tendencia a la simplicidad expresiva, hasta el punto de que se ha impuesto de manera alarmante lo que pudiéramos llamar "el estilo Informador", de tal forma que es común encontrar artículos en los que el autor apenas cruza algunas palabras con los lectores, limitándose prácticamente a un escueto lenguaje de símbolos, que hacen imposible la transmisión de ideas y conceptos básicos.

Quiere esto decir que no estamos hablando de artículos técnicos preparados específicamente para publicaciones como el INFORMADOR u otra publicación semejante, sino artículos para revistas técnicas al estilo clásico, dirigidas a un público culto, que se interesa por el conocimiento ajedrecístico profundo, fundamentado, educativo y hasta refrescante.

Por tanto, estamos hablando de trabajos que no pueden ser exclusivamente partidas "comentadas" al estilo ECO, apenas sin emplear palabras, utilizando un lenguaje sin texto, que algunos a veces acompañan con breves notas, en el mejor de los casos.

No podemos olvidar que publicaciones como Informadores, Yearbook, etc. funcionan como resúmenes técnicos, son específicas para ajedrecistas que pudiéramos considerar como profesionales, maestros, etc., y no para aficionados y ajedrecistas jóvenes en formación, para los que no han perdido vigencia los libros clásicos, de la literatura mundial, que todos conocemos y admiramos; ni los trabajos periodísticos al estilo "Gligoric", que todavía hoy, 30 años después de publicados, pueden ser leídos con idéntica satisfacción.

En nuestros días, aunque para muchos ajedrecistas leer ajedrez se limita a la acción de pasar, en un tablero, (o directamente en el display de una computadora), partidas que han sido comentadas empleando la mencionada simbología, la mayoría de las publicaciones que todavía existen continúan manteniendo un cierto estilo literario, y publican artículos que se leen con disfrute, aunque finalmente, muchas veces por falta de tiempo, el lector no lleve las partidas al tablero, conformándose con dar lectura a los comentarios que en ellas aparecen. así como en los artículos principales.

Recuerdo, por ejemplo, cuando se hizo la presentación pública de este trabajo: aproveché para dar lectura comentada a algunos párrafos tomados de artículos publicados en la revista española Jaque, específicamente los comentarios del Gran Maestro Jordi Magem, aparecidos en una partida publicada en el número 472; y de la entrevista realizada al Gran Maestro García Palermo, publicada en el número 488. El público quedó claramente impresionado, pues ambas referencias resultaron sumamente convincentes para ejemplificar lo que, a nuestro entender, puede considerarse como un artículo periodístico de ajedrez, aunque éste se limite al simple comentario de una partida dada.

Vale la pena hacer aquí una breve incursión a uno de esos comentarios, que por su sencillez, por su lenguaje claro, popular, nos parece bien instructivo.

Comentando su partida contra Jalifman, del Open de New York de 1998, al llegar a la cuarta jugada de una apertura Ruy López (4.Axc6!?), Magem introduce la siguiente nota:

"Otra vez estamos aquí con esta estúpida jugada. Aunque últimamente estoy volviendo a la Española normal, cansado de tanta sosez con la Variante del Cambio (empiezo a reconocer que no se saca ni para pipas), éste no me pareció el día adecuado para alegrías, ya que Jalifman es un jugador con claras tendencias agresivas con las piezas negras. Cuál fue mi horror al descubrir que le gustaba adentrarse en el terreno pantanoso que supone jugar un Ataque Marshall. Entonces, como es lógico, pensé: «¿Quieres Marshall?, pues te voy a dar un poco de Variante del Cambio» Lógico ¿no? "

Queda claro que pudieran citarse todo tipos de textos interesantes, como los tantos que del maestro Gulko se han publicado en esa revista, pero pensamos que basta ésta clara referencia, que tanto agradó a los presentes, para que se comprenda de qué estamos hablando.

No se trata de convertirnos en aburridos comentaristas de retórica pluma, en medio de un mundo que transita a velocidades inimaginables, en el que unos pocos segundos bastan para enviar un mensaje a un ciber-amigo, o replicar una jugada a través del Atlántico. Se trata, simplemente, de aspirar a ser cada vez mejores periodistas, descubridores, transmisores de la cultura ajedrecística universal y colaborar, sobre todo, con la formación estética de las nuevas generaciones de ajedrecistas de nuestros países, en momentos en los que la ruptura de las fronteras nacionales, como consecuencia de la expansión y universalización de las comunicaciones, debe producir nuevos intereses y motivaciones en el individuo.

Teniendo como brújula estos principios, pasemos entonces a la médula de esta conferencia-conversatorio, acercándonos en su redacción, lo más posible, al contexto en que fue presentada.

Propuesta de estructura para un artículo técnico de ajedrez.

Sin que se trate de una camisa de fuerza, sugerimos a continuación una estructura o formato general de trabajo, que hemos empleado en algunos de los trabajos aparecidos en esta misma revista electrónica. En esencia, algunos de los aspectos que pudieran ser tenidos en cuenta son los siguientes:

A - Titulo atractivo.

Un título inocuo o inapropiado puede causar mucho daño a un buen trabajo periodístico. En cambio, un título sorprendente, sonoro, que en alguna medida refleje o caracterice el contenido del trabajo, y al mismo tiempo despierte curiosidad, puede ayudar a que nuestro artículo resulte más leído e incluso menos olvidado.

En lo personal, he dedicado siempre un tiempo importante para definir el título de muchos de mis artículos y creo que el resultado ha sido favorable, pues todavía hoy, cuando entablo relaciones con viejos ajedrecistas o aficionados que no me conocían personalmente hasta ese momento, me hablan de inmediato de trabajos que fueron publicados hace más de 30 años, entre ellos "Carrusel de Gotemburgo" y "Por caminos tenebrosos", aparecidos en la revista Jaque Mate, a comienzo de la década de los 70.

Pero no es necesario viajar tan lejos en el tiempo: basta con dar una hojeada a cualquier número de nuestra propia revista y sobrarán ejemplos, pues como director de esta publicación, decido normalmente sobre los títulos de muchos de los trabajos que en ella se publican, pues a decir verdad, este parece ser el punto que más trabajo cuesta definir a los propios autores.

B - Introducción temática.

No todos los trabajos requieren necesariamente de una introducción profunda, muchos se inician con simples párrafos introductorios, pero no es este el caso que nos ocupa.

Es nuestro interés destacar aquí la importancia de lo que denominamos específicamente como «Introducción temática», y su presencia en trabajos de carácter investigativo suele ser muy beneficiosa, por no decir determinante.

Esta introducción puede incluir muchas veces partidas modelo, que sirven de presentación o enlace entre la propia introducción y el cuerpo central del trabajo.

También aquí pudiéramos citar muchos ejemplos bien conocidos, siendo verdaderos clásicos los trabajos publicados por Gligoric en la revista Jaque Mate, durante más de dos décadas; y por supuesto, muchos de los trabajos que se publican actualmente en revistas tan reconocidas como Jaque, Ocho x Ocho y Gambito, de España, por sólo citar algunas de las más importantes de habla hispana.

También en nuestra revista electrónica pensamos que pueden encontrarse muchos ejemplos. También en lo personal, como autor, dedico a esto un interés especial y creo que los lectores que han seguido muchos de los trabajos que en estas páginas he publicado, recordarán de inmediato numerosos ejemplos. Podemos citar artículos como "4....Af5!? ¿Ser o no ser? El gran dilema del alfil dama negro" (revista Nº 36); o también "La Variante Verlinsky" (revista Nº 42), que pueden tomarse como referencia de trabajos que cuentan con una extensa introducción, en la que aparecen los elementos que hemos señalado.

C - Parte histórica.

De igual manera, también en este caso estamos hablando de una estructura flexible, que se comporta en cada artículo según los propósitos del autor y de los objetivos del trabajo. Puede darse incluso una integración Introducción-parte histórica, porque así lo recomiendan las circunstancias, aunque, como estructura, puede considerarse que la parte histórica forma parte del cuerpo central o desarrollo de un trabajo.

En lo personal, prefiero muchas veces emplear para esto partidas modelos que resulten oportunas para "narrar" la historia que antecede al tema objeto de estudio, y aquí también podríamos citar muchos ejemplos, pero me parece suficiente con citar la inclusión de las partidas Torre-Opocensky, Marienbad 1926; y Zukertort-Steinitz, New York 1886, que fueron utilizadas como partidas modelos en el artículo "4...Af5!? .." antes mencionado.

 

D - Inclusión del Arbol Principal de variantes teóricas

En el caso específico de artículos teóricos, puede ser útil la inclusión del árbol principal de la variante o sistema objeto de estudio, y esto se puede hacer de muy diferentes maneras: desde su inclusión a manera de tronco central del estudio, hasta su ubicación como anexo al final del trabajo.

En nuestros días, contamos además con una posibilidad nada despreciable, y es que muchas publicaciones son acompañadas con un disquete —o ficheros attach en el caso de las revistas electrónicas— y esto permite acompañar al texto de la publicación con la base de datos correspondiente al número en cuestión, lo que posibilita adicionar un volumen importante de información complementaria que no es posible incorporar al cuerpo del contenido de la revista.

Personalmente también he tratado de sacar el mayor provecho a esta posibilidad, empleando en algunos trabajos el método de incluir en el cuerpo del artículo el Arbol Principal del sistema, y a partir de este introducir referencias teóricas a partidas que pueden ser encontradas íntegramente en la base de datos correspondiente, si es de interés del lector llevar a profundidad el estudio de la temática en cuestión.

Por supuesto, la opción es válida para artículos de otra naturaleza, en los que la base de datos adjunta puede hacer las bases anexo complementario, como puede ser una complicación de datos, colección de partidas de un jugador o torneo, álbum fotográfico, etc.

E - Actualizaciones, demostraciones, etc.

Una vez más resulta peligroso establecer pautas rígidas, a la hora de intentar adecuar a estructuras formales el cuerpo de un artículo. No obstante, cuando se trata de trabajos eminentemente técnicos, como estudios teóricos, artículos sobre temas estratégicos, etc., si podemos incluir algunas recomendaciones que pueden ayudar en la redacción de más de un trabajo, o incluso en la preparación de las Tesis que sobre temas vinculados con el ajedrez, se presentan cada vez con más frecuencia en nuestras Universidades, para el diplomado en cursos de pregrado y de postgrado.

Muchas veces la incorporación de una buena partida modelo actual permite establecer un sólido hilo conductor o árbol temático en torno del cual se pueden ir describiendo acontecimientos importantes o seguir incluso una secuencia cronológica que ayude al autor, y de hecho al lector, en la redacción del trabajo. Esto también es aplicable a trabajos en los que se pretende presentar contenidos a partir de posiciones de partidas, combinaciones, etc., de tal forma que la inclusión de ejemplos modernos sirven para mostrar la vigencia de los temas clásicos. Si vamos una vez más a hablar de ejemplos, y para no cambiar al lector el rumbo de la búsqueda, pueden consultarse los mismos artículos que antes hemos tomado como referencias en este trabajo, dado que se ajustan con bastante rigor a la estructura que aquí hemos recomendado.

 

F - Conclusiones del trabajo

Finalmente, es común terminar un estudio con las correspondientes conclusiones, aunque esto tampoco se tiene que considerar como un elemento indispensable para que nuestro artículo se ajuste a lo convencional, aunque en el caso de trabajos científicos, tesis de grado, etc. suele ser un requisito a cumplir obligatoriamente como parte del trabajo.

En lo personal, no soy amigo de cumplir religiosamente con este aspecto, y prefiero muchas veces concluir un trabajo sin otras consideraciones que no sean las que se dan en el cuerpo del trabajo; o de una partida modelo que hace las veces de conclusiones del tema tratado..

Por otra parte, existe la tendencia de utilizar las conclusiones para repetir o resumir cuestiones que a criterio del autor son importantes, y entonces utiliza el espacio para insistir sobre lo dicho. Técnicamente esto no es correcto; las conclusiones son, en todo caso, el punto donde se formula el cumplimiento de objetivos, y sobre todo se orienta al lector sobre puntos que no han podido ser debidamente tratados, dando recomendaciones que permitan complementar el trabajo y ayudar a futuros investigadores a continuar la obra iniciada. Es, por tanto, en última instancia, no el final, sino un punto de comienzo, un escalón en la cadena universal del conocimiento, que puede servir de apoyo, sostén o guía a los que han de venir tras nosotros si realmente hemos hecho una obra imperecedera.

Si los lectores de nuestra revista hacen una revisión a muchos de los trabajos técnicos que durante dos años hemos publicado en esta revista, podrán comprobar en que medida estos se ajustan a estas normas generales que acabamos de enumerar.

Pero, para no dejar las cosas a medias, resulta indispensable acompañar estas sugerencias con la correspondiente metodología de trabajo; es decir, algunas recomendaciones específicas, basadas en la experiencia personal del autor, —algo así como "las mieles", la esencia, al decir de nuestra jerga popular— que puedan ayudar a aquellos lectores o ajedrecistas que se inician en las lides periodísticas del tablero, en la elaboración de sus próximos trabajos.

4. El artículo paso a paso. Metodología de trabajo basada en una experiencia personal.

Para nada nos sirve contar con una estructura como la antes expuesta, cualquiera que esta sea, sino contamos además con un proceso de pensamiento y acciones a seguir, válido en la preparación de muchos estudios, que nos guíe u oriente el camino investigativo y el propio acto de acometer la redacción de un trabajo, hasta su feliz culminación.

En lo que sigue trataré de resumir algunas cuestiones que pudiéramos llamar "técnicas" inherentes a todo el proceso de creación, que al menos en lo personal me han resultado útiles en la preparación de artículos de corte histórico o teórico, o ambos inclusive.

Se trata, por tanto, de un conocimiento empírico, forjado en la práctica de muchos años, no escrito en ninguna parte ni formulado académicamente por ningún autor o investigador, radicando su verdadero valor en el uso parcial o general que otros autores puedan hacer de esta experiencia personal, adaptándola a sus intereses específicos.

En síntesis, sugerimos a los lectores, autores potenciales, tener en cuenta las siguientes indicaciones generales:

  • Leer mucho ajedrez y literatura universal.

Un periodista de cualquier rama o especialidad no puede limitar su entorno cultural al marco estrecho de su campo de interés profesional, y en el caso del ajedrez, obviamente, esto se cumple con sobradas razones. No basta con pasar en el tablero las partidas principales del torneo más reciente, o estar informado de lo último ocurrido en el tablero mundial; no basta con hacer crónica resumen de cada nuevo torneo, o hacer una entrevista al nuevo campeón local.

Un verdadero periodista de ajedrez debe aspirar a ser un erudito en esta materia, con sólidos conocimientos de la historia del juego, no solo en el plano de los acontecimientos, sino también en lo que respecta a las diferentes escuelas, la teoría, las grandes personalidades, etc., y esto acompañado del indispensable conocimiento de la historia y la literatura universal, y de todo tema cultural o social que sea objeto del conocimiento humano.

Todo esto conduce, obviamente, a alcanzar un nivel de redacción aceptable, (los correctores de estilo pueden descansar tranquilos, por el momento no van a quedar sin trabajo por culpa de los ajedrecistas) algo que debe mejorar día a día, si somos realmente autores constantes y versátiles.

Se da por descontado la necesidad de poseer una buena ortografía, aunque de cuando en cuando a algunos se nos vayan buenas pifias. Afortunadamente hoy en día podemos contar con la ayuda de potentes correctores ortográficos automáticos, que nos salvan sobre todo en la omisión de acentos, alguna que otra palabra mal escrita, etc., pero ¡cuidado!, no son todavía programas milagrosos y mucho menos adivinos, y no pueden saber si usted está empleando correctamente una palabra, de las tantas que, al menos en español, presentan el mismo sonido pero distinta ortografía, y por tanto, en lo que respecta al programa, ambas son correctas y solo la aplicación que se haga de ellas determina si han sido o no correctamente empleadas.

  • Elegir el tema, muchas veces lo más difícil.

A menos que se trate de un autor que posea dotes extraordinarios, para la inmensa mayoría no resulta nada fácil precisar concretamente la esencia del tema sobre el que deseamos trabajar. Por lo general, el bichito de la creación comienza a rondar sobre un posible tema, pero la materialización o concepción clara de la idea tiene que atravesar muchas veces por el largo y difícil camino de la inspiración.

Pero si hemos tenido en cuenta lo antes explicado, el escritor de ajedrez puede encontrar con más facilidad nuevos temas, a partir de opiniones, afirmaciones, etc., que se transforman en artículos investigativos, actualizaciones técnicas sobre las diferentes fases del juego, y muchos otros tópicos de interés general.

Pongamos un ejemplo concreto: en una de nuestras múltiples lecturas del libro de Alekhine, "Mis mejores partidas de ajedrez", en la partida No 87, página 205, se hace un comentario a la jugada 5...e6?, en la Defensa Eslava, en el que Alekhine se asombra de que esta jugada se le pueda ocurrir a un maestro, luego de la amplia difusión que había tenido en todo el mundo el fracaso de este experimento. Y fue precisamente esta simple referencia la que sirvió de motivación y punto de partida a uno de los artículos que, sobre este tema, publicamos posteriormente en esta revista.

De igual forma, la lectura repetida de textos de Grau y su interrelación con textos de Alekhine, nos permitió encontrar puntos de contradicción que sirvió de tema al estudio que de la Variante Capablanca, de la Defensa Ortodoxa, hicimos y publicamos hace ya varios meses.

¡Sugerencia!

Resulta conveniente utilizar una libreta de anotaciones, en la que podamos ir reflejando la localización de las informaciones que en nuestras lecturas vamos encontrando y que puedan resultar de interés investigativo o periodístico, de manera que esto no quede confiado a la memoria y sea posible encontrar rápidamente la información deseada cuando sea necesario.

  • Búsqueda de información sobre el tema objeto de estudio.

Estando en posesión de un tema es para el autor como tener una visión primaria del horizonte que se propone alcanzar, pero la mayoría de las veces no tiene suficiente claridad ni de los pasos ni de todos los pasos a seguir a partir de ese momento, ni del camino que debe transitar en tan inmenso mar.

Tampoco tiene total claridad sobre la magnitud de la información que deberá manipular, pero al menos si debe tener claro donde se encuentran las principales fuentes de información, y saber además como obtenerla.

En nuestro caso y en nuestros días, estamos hablando de tareas como:

- Búsqueda de información conocida, en bases de datos, libros, revistas, etc.

- Crear nuevas bases de datos a partir de la información obtenida.

- Emplear búsquedas del tipo "Motiv" para obtener información especializada.

En esta fase, el trabajo investigativo que se realiza tiene cierta relación al que, en terminología informática, se conoce como «Minería de Datos», dado que implica técnicas de búsquedas parecidas, en las que las correlaciones de ciertas características entre los datos determinan muchas veces comportamientos y tipicidades.

Un ejemplo concreto que puede ayudar a comprender lo que estamos describiendo es el siguiente. Cuando iniciamos el estudio sobre el Ataque Torre, que publicamos en el número 32, las primeras búsquedas, realizadas a partir de las claves ECO conocidas, sólo aportaron cierto número de partidas, unas 400, que para un investigador poco entrenado hubieran sido suficientes; pero este era un tema sobre el que indirectamente ya habíamos trabajado con anterioridad, y personalmente conocía de partidas importantes que no aparecían en estas primeras búsquedas, por la sencilla razón de que sólo habían llegado a posiciones típicas del Ataque Torre tras extrañas transposiciones. Esto me hizo sospechar que algo no estaba bien encaminado, y fue entonces cuando decidí hacer la búsqueda exactamente a la inversa: ubicar la posición típica —y especialmente la conformación básica de peones del blanco— en el motor de búsqueda, y ¡sorpresa!, de inmediato aparecieron las partidas de referencia acompañadas de otras ¡3000! que antes se perdían por pertenecer a un origen que en nada tenía relación con el sistema de juego en cuestión.

  • Selección de las partidas, posiciones, ejemplos típicos, etc.

Con el material obtenido, corresponde entonces pasar a la etapa de «limpiado» de la información, haciendo el estudio primario de partidas, posiciones, ejemplos, etc., para lograr una primera selección que conformará la base principal de trabajo sobre la que se levantará finalmente nuestro artículo.

Es muy probable que esta etapa preparatoria permita descubrir sub-temas y se pueda ir conformando ya una cierta estructura interna del trabajo. Tendremos probablemente a mano una serie de partidas o contenidos interesantes que podrán ser consideradas como posibles partidas modelos o tópicos importantes a tener en cuenta.

  • Definir la estructura que tendrá el trabajo.

Probablemente a estas alturas ya se tenga bastante claridad de lo que potencialmente será nuestro artículo o investigación; si tendrá una o más partes; si constará de una o varias partidas modelo, etc., siendo posible entonces predefinir detalles de su futura estructura general: de qué tratará la introducción y sobre qué información específica se desarrollará, que elementos generales se tendrán en cuenta (cantidad probable de partidas o posiciones, gráficas complementarias, tablas, etc.), de manera que estemos prácticamente en posibilidad de comenzar la redacción de aquellas partes que ya estén listas o claramente determinadas.

  • Hacer la selección definitiva de las partidas o posiciones a tener en cuenta.

De lo visto, debemos aclarar que no significa necesariamente que algunas de estas etapas tengan que realizarse a continuación de la otra; la selección definitiva del material a considerar es precisamente una de ellas.

Resulta claro que, si se trata de un artículo teórico, que es al que mejor se ajustan estas ideas, pues son nacidas, en gran medida, de ese contexto, será necesario ver, con mayor o menor grado de detalles, decenas y hasta centenares de partidas, y eso también implica desarrollar habilidades que nos permitan detectar muchas veces, a golpe de vista, aquellos detalles de una partida que sean de interés para ilustrar lo que estamos conformando, y en especial cuando vemos que ciertas maniobras o secuencias de jugadas se repiten a través de muchos ejemplos.

Entiéndase bien esta idea: no nos referimos a la presencia de una misma variante, lo cual es natural si estamos abordando el estudio específico de una determinada línea de juego, sino de maniobras concretas que se realizan con independencia de la posición.

Por ejemplo, cuando elaboramos hace ya algunos meses un artículo sobre la Variante Lasker de la Defensa Ortodoxa (revista Nº 23), fue necesario estudiar cientos de partidas, pero este sólo hecho permitió caracterizar la presencia de tres regularidades que establecían sub-grupos dentro de la estrategia general de juego, y éstas a su vez partían de las correspondientes partidas clásicas, desarrolladas incluso a finales del siglo XIX; por tanto, esta variante, en sus principios estratégicos fundamentales, no había sufrido grandes transformaciones desde los tiempos de Lasker y Tarrasch, que fueron quienes le aportaron los elementos básicos esenciales.

Otra regularidad interesante la encontramos cuando, estudiando cierta variante de la Defensa Pirc, jugada en un torneo en Cuba, observamos algunas partidas similares en la base de datos, con la característica singular de que las negras, con demasiada frecuencia, caían en celadas que conducían a la pérdida de su dama. Entonces la curiosidad periodística entro en acción y tras cotejar algunos detalles quedó claro que este fenómeno se producía, generalmente, en aquellas partidas en las que el blanco había desarrollado su alfil rey por la casilla c4. Y con estos elementos en mano, bastó entonces con dirigir la profundidad de la búsqueda y el análisis en esa dirección, y en pocos días estuvo listo un curioso artículo, "Cazando la Dama Negra", que publicamos en el número 30, a finales del año 1998.

  • Elaboración directa del trabajo (Redacción por partes).

Hemos llegado finalmente al momento de la verdad. Estamos listos para acometer la redacción del trabajo, pero aquí también pueden intervenir factores que determinen cual debe ser el proceso a seguir, pues no necesariamente habrá que seguir un camino lineal.

De hecho, en nuestra experiencia personal nos encontramos con frecuencia la siguiente secuencia de pasos:

a) Realizar por separado el comentario de cada partida modelo o posición temática.

b) Elaboración de árboles principales, cuando corresponda.

c) Dar forma final al artículo, incluyendo los textos de enlace entre las partes.

d) Revisión final del trabajo.

e) Selección definitiva de las partidas que se adicionarán a la base de datos.

En relación con el acápite (a), estamos haciendo referencia específica al comentario de una partida que podemos hacer trabajando directamente sobre el ChessBase, es decir, sin borrador o notas previas, utilizando toda la potencia editorial de este formidable programa, incluyendo el empleo de sus recursos para la mezcla de partidas, las comparaciones respecto a novedades teóricas y los módulos de análisis, que evitan incurrir en errores de bulto a la hora de proponer una variante.

Pero también en este proceso tan importante podemos agregar algunas sugerencias, basadas en la experiencia personal del autor. Creo que vale la pena revelar aquí algunos «secretos profesionales», si no lo fueran, de hecho, la mayoría de las cuestiones tratadas en este trabajo.

No hay dudas que el análisis de una partida representa para el autor el principal reto en un trabajo de este tipo, y por tanto debe dedicar a esto la más estricta seriedad y profundidad, dentro de todo el contexto de tareas planificadas.

En lo personal, abordó el comentario de una partida no de manera directa, sino que, como norma, la veo completa en una o más oportunidades, y esto me permite, en esencia:

- Familiarizarme con el plan general de su desarrollo.

- Fijar con precisión los planes principales, el tratamiento estratégico, etc.

- Poder detectar con mayor facilidad los errores estratégicos que puedan haber influido en el resultado de la partida,

- Estar en posibilidad de abordar el comentario de la partida con muchos elementos favorables, que facilitan el trabajo del autor y garantizan, en gran medida, posibilidades expresivas que enriquecen el sentido del texto, posibilitando incluso incluir notas o señalamientos en los que "se anuncia" lo que va a ocurrir como resultado o consecuencia de una jugada determinada.

Queda finalmente acometer las restantes partes del trabajo, como los enlaces entre partida y partida (cuyos textos han sido exportados desde el programa ChessBase, en formato RTF) y otras partes componentes del artículo, según la estructura general prevista para nuestro trabajo.

Seguirán los pasos formales de revisión y cambios que siempre se hacen, sobre todo cuando dejamos de lado el trabajo por varios días, y entonces, solo restará someterlo a la aguda mirada de los lectores, que serán quienes digan la última palabra.

4. Conclusiones

Cuando nació la idea de realizar un trabajo de este tipo, en el que, curiosamente, no hay cabida para la aplicación directa de las ideas y metodologías que en él mismo se exponen —lo que demuestra que ninguna metodología debe tomarse al pie de la letra— siempre se pensó en limitar su entorno a simples recomendaciones que, a manera de normas técnicas, pudieran ayudar a nuestros más cercanos amigos y colaboradores en la tarea de presentación de sus trabajos, pero siempre dejando el grado de libertad necesario para no matar las individualidades.

Con el tiempo, y por circunstancias casi fortuitas, el contenido básico fue elaborado y expuesto ante determinado público, como antes explicamos, llegándose a esta versión final, escrita, que ha sido desarrollada específicamente para su inclusión en el presente número, dedicado en gran parte a destacar y rememorar la presencia del periodismo ajedrecístico en nuestro país.

Se desprende de lo dicho, que el lector que ha encontrado interesante este tema debe tomar estas páginas como lo que son: recomendaciones generales, sugerencias basadas en experiencias personales, ideas...

Por tanto, no debe olvidar que solo la creatividad de cada cual es la que determina, en última instancia, la estructura que requiera cada artículo y el método de trabajo para desarrollarlo.

Finalmente, es necesario comentar un aspecto que no debe ser olvidado: la aplicación de estas experiencias es imposible de llevar a la práctica hoy en día si no se poseen conocimientos básicos de computación, y se domina además la tecnología de elaboración que aquí se sugiere, soportada en la explotación integrada de programas como ChessBase y Microsoft Word.

Por tanto, queda planteada la necesidad de implementar cursos especiales de computación para el periodismo de ajedrez, dirigidos al adiestramiento de los periodistas, pero también de ajedrecistas, entrenadores de ajedrez, maestros y de cuanta persona necesite familiarizarse con la tecnología que permite hacer en una computadora un trabajo técnico que implique la inclusión de resúmenes teóricos, partidas comentadas o cualquier contenido ajedrecístico que haga necesaria la presencia de diagramas, figurines y otros elementos propios del texto ajedrecístico, en el sentido editorial.

Probablemente en un marco tan específico como ese, un trabajo como el presente encuentre entonces su verdadero espacio natural.


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