Sta. María la Real de Najera

Vista aérea del monasterio

   Situada en la villa riojana de Nájera, el monasterio de Santa María la Real es otro de los monumentos esenciales del camino francés hacia Santiago de Compostela. Este templo fue mandado construir por el rey García el de Nájera en el año 1032 como templo mariano, convento y panteón real, en estilo románico, sin embargo en la actualidad no se conservan restos de aquella primitiva construcción. En el año 1079, el rey Alfonso VI de Castilla puso al monasterio en manos de la orden cluniacense, quien la mantuvo hasta finales del siglo XV.


Claustro de Sta. Mª la Real de Nájera

   Nájera es una villa que actualmente acoge a una población cercana a los seis mil habitantes y que se encuentra situada en una de las fértiles vegas de La Rioja. Los cultivos de la vid y de hortalizas junto con la industria del mueble son las principales actividades de riqueza de este pueblo que tiene entre sus joyas arquitectónicas al Monasterio de Santa María la Real. Aunque su origen se remonta hacia principios del siglo XI, como ya se ha comentado, no fue hasta el primer cuarto del siglo XV cuando la iglesia toma el aspecto que actualmente presenta a los visitantes. Reconstruida en estilo gótico y renacentista, su irregular estructura delata las diferentes fases de su construcción. Destacan dentro del monasterio la iglesia y el claustro como sus elementos más destacables. 



En 1487, el Papa regente en aquel año, entrega el monasterio a Rodrigo de Borja, que años más tarde también llegaría al pontificado, bajo el nombre de Papa Alejandro VI, lo que supone que desde ese año hasta 1513, Santa María la Real fue una abadía independiente. Un punto de deterioro y expoliación de la construcción marcó el proceso de desamortización de los bienes eclesiásticos, a finales del siglo XIX, proceso que termina con la llegada al monasterio de una comunidad de franciscanos. 



La construcción de la iglesia se produjo a lo largo del siglo XV y XVI. Su estructura se compone de tres naves de cinco tramos de distinta altura con un crucero y una triple cabecera rectangular. Las bóvedas son de crucería y la cabecera mayor, el brazo del crucero y el último tramo de la nave son de crucería de terceletes. Recorre el crucero y la cabecera un triforio que une además, los seis torreones defensivos situados al exterior. 



Imagen del coro

Destaca por su especial interés artístico el coro en el que se descubre una de las mejores sillerías del arte español. Su estilo es gótico florido y fue realizado hacia 1495 por los maestros Andrés y Nicolás. Bajo este lugar se encuentra situado el Panteón Real, con las estatuas en posición orante de los reyes fundadores. Cada sepulcro es una obra de arte, entre las que destaca el sarcófago de estilo románico en el que reposan lo restos de Doña Blanca de Navarra. En el centro de esta estancia sepulcral se encuentra la entrada a la cueva en la que según la tradición, el rey García encontró la imagen de la Virgen María. Puede verse en el lugar una talla de la virgen del siglo XIV.


Junto al coro, la otra pieza arquitectónica y decorativa que llama la atención por su interés es el Claustro. También conocido con el nombre de Claustro de los Caballeros, es una de las joyas de la arquitectura de la comunidad riojana. Su sobrenombre se debe a que fue elegido por muchos miembros de la nobleza de La Rioja para ser residente de sus restos mortales. El claustro está profusamente decorado con arquerías apuntadas que se cierran en su tercio superior con tracerías de claraboya de extrema delicadeza. El estilo principal de esta construcción es el plateresco, y en la composición se muestran diferentes planos, siendo sostenidos por tres finísimas columnas. La construcción del claustro no se terminó hasta el año 1528. 



   Desde el Claustro se accede a la Capilla de la Veracruz. Esta estancia sagrada fue mandada construir por la reina de Portugal Doña Mencía López de Haro, quien después de su muerte fue enterrada en él. También acoge en su sepulcro a sus hermanos y al renombrado poeta Garcilaso de la Vega.


   La puerta de acceso al monasterio está construida siguiendo los cánones del estilo barroco, mientras que la del templo es renacentista. En el mes de julio el Monasterio de Santa María la Real sirve de escenario para las representaciones de las Crónicas Najerenses. La existencia de este magnífico ejemplo del gótico riojano hace indispensable la parada en esta villa de Nájera, tanto para el peregrino a Santiago como para el visitante de estas tierras.

   Fundado por el rey don García, en 1032, el monasterio de Santa María la Real de Nájera fue declarado monumento nacional en 1.889. Se edificó entre los años 1422 y 1453 en estilo gótico.

   Existe una leyenda que relata lo que le ocurrió al rey don García un día de caza. Cuenta que el monarca lanzó su neblí tras una perdiz. Las aves desaparecieron y el rey se bajó del caballo y las siguió a pie. Tras caminar un buen rato, vio la entrada de una cueva de la que salía una gran claridad. Entró don García y advirtió la existencia de un altar iluminado por una lámpara y adornado con un jarrón de azuzenas. Sobre el altar había una imagen de la Virgen con el Niño y una campana. A ambos lados de la Virgen estaban el neblí y la perdiz. Este hecho fue el que impulsó al rey a erigir la iglesia y el monasterio en Nájera.

 

Claustro de Sta. Mª la Real de Nájera

  A lo largo de casi mil años de existencia, el monasterio ha pasado por un sinfín de vicisitudes, y ha alternado épocas de esplendor con otras de decaimiento. En 1079 Alfonso VI de Castilla incorporó la abadía de Nájera al monasterio de Cluny. Hacia 1196 el obispo de Calahorra expulsó a los monjes de Santa María y puso canónigos en su lugar, pero Alfonso VIII restituyó a Cluny la jurisdicción sobre Santa María. Esta disputa entre obispos y monjes se prolongó durante un buen número de años.

   En 1487 el Papa lo entregó como encomienda a Rodrigo de Borja, que más tarde fue el Papa Alejandro VI. Este hecho significó que desde esta fecha hasta 1513 Santa María fue una abadía independiente. Durante la Guerra de la Independencia sufrió varios saqueos que le ocasionaron grandes pérdidas.

La puerta de acceso al monasterio es de estilo barroco. El majestuoso Claustro de los Caballeros es de estilo gótico con ventanales platerescos. Durante el mes de julio se convierte en escenario para las representaciones de las Crónicas Najerenses.

Panteón de los Reyes

   La Capilla de la Vera Cruz, mandada construir por la reina de Portugal, doña Mencía López de Haro, alberga los sepulcros de ésta y de sus hermanos, así como el del poeta Garcilaso de la Vega.

   La Iglesia primitiva, construida entre 1044 y 1056, era de estilo románico. El templo actual se inició hacia 1422. El Altar Mayor tiene tres nichos en los que pueden contemplarse una lámpara, una campana y un jarrón de azucenas. En el centro, la imagen de Santa María la Real.

   En una capilla, junto al Evangelio, está el sepulcro de los Duques de Nájera, de estilo renacentista.

   Especial atención merece el Coro. Bajo él se encuentra el Panteón de los Reyes, con las estatuas orantes de los reyes fundadores y el sarcófago románico de doña Blanca de Navarra.

volver

1